El auto y su carrocería puede generarnos distintas sensaciones como potencia, fuerza, seguridad, estatus, impunidad, anonimato. Podemos ir más rápido y mostrar nuestras destrezas, pensar que nada nos va a suceder porque estamos protegidos, podemos decir lo que queremos e incluso menospreciar o insultar a otros conductores, en muchos casos, sentimos que el automóvil nos habilita a todo esto.
¿Será que somos superhéroes al volante? ¿Qué somos invencibles y nada puede sucedernos o salir mal?
Un segundo de distracción, una maniobra errada nuestra o de otro conductor, ciclista o peatón, puede cambiar la historia drásticamente. ¡Piense! No somos superhéroes. No tenemos que ir por la vía arriesgándonos, pensando que a nosotros nada nos puede suceder.
- Respete las señalizaciones y adecúe la velocidad a las circunstancias.
- Disminuya su velocidad con clima adverso (lluvia, niebla, nieve.)
- Anticipe los riesgos en cruces y rotondas.
- Si hay un embotellamiento, mantenga la calma y no intente adelantar por zonas prohibidas.
El camino a casa, al trabajo o al encuentro con amigos no es una carrera.
Recuerde: NO somos superhéroes al volante.
Su vida y la de los otros no es un juego que se reinicia.
Sea un conductor responsable. ¡Contribuya con un tránsito amigable!