Los modelos de negocios con éxito han tenido una rápida evolución en los últimos años. Hoy en día la experiencia del cliente es una dimensión que genera un impacto enorme en la evaluación general del producto o servicio que se ofrece.
Es por esto que los procesos que rodean a la entrega son centrales en la evaluación de los modelos y la gestión de flota vehicular se reconoce como un componente esencial de la cadena de valor, lo que años atrás no sucedía y la inmediatez es hoy un detonador de la propia compra.
Desde la perspectiva meramente financiera, una gestión de flotas exitosa reduce los costos, elimina los riesgos asociados al cumplimiento legal, maximiza la disponibilidad de los recursos y disminuye el down time de los activos.
Para llegar a este propósito, las flotas deben gestionarse desde un marco de seguridad que proteja al conductor y al resto de los actores del entorno vial. No podemos hablar de excelencia operativa o de solidez financiera si las operaciones y la estructura no privilegian la salud y seguridad de sus conductores, sus colaboradores y de las comunidades donde operan.
Los accidentes viales deben reconocerse y comunicarse como un riesgo social, humano, financiero, reputacional y operativo para la empresa.
Con esta visión, podemos identificar por lo menos cinco componentes clave de una gestión de flotas seguras y por tanto una gestión exitosa:
- Establece una política de seguridad vial robusta. La política de Seguridad vial es un documento que debe reflejar los valores y la cultura de la compañía, además de proporcionar la estructura y los medios para colaborar como actores seguros y responsables del entorno vial. Es un documento vivo que debe atender al contexto y la problemática particular de cada organización.
- Define un programa de capacitación que mejore el proceso de identificación de riesgos y toma de decisiones de los conductores. Además de considerar la comunicación de las reglas básicas de la conducción segura, apuesta por el desarrollo de habilidades por encima de la comunicación de conceptos. Una óptima gestión de flotas es inconcebible sin considerar a los conductores y su formación integral así como la capacitación de los líderes.
- Elige vehículos seguros. El vehículo debe ser un elemento de seguridad en sí mismo, con la estructura y tecnología adecuada para promover el comportamiento seguro del conductor así como para disminuir el daño en caso de un accidente. El estándar son vehículos con por lo menos 4 estrellas en un programa de evaluación de vehículos nuevos (LatinNCAP).
- Gestiona el mantenimiento. Un sistema integral de gestión del mantenimiento no sólo debe asegurar que los vehículos reciban el mantenimiento preventivo en tiempo sino que debe dar, al responsable de flota, la capacidad de analizar las pérdidas prematuras y las acciones correctivas. Éstas no sólo miden eficiencia financiera, sino que pueden a menudo correlacionarse con hábitos negativos de manejo o ayudar a identificar vehículos que no son adecuados para la vía.
- El manejo seguro es parte del desempeño contextual de una organización. Todos identificamos los indicadores de desempeño clave en cada posición dentro de la organización. El manejo seguro es parte del desempeño contextual de todas las posiciones que requieren un vehículo para su desarrollo, ya que se refiere a la forma en la que se van a conseguir las metas.
El futuro de la gestión de flotas
Si reconocemos el manejo seguro como un indicador de desempeño contextual, será más contundente la necesidad de colocarlo dentro de los esquemas de evaluación de las personas que tienen un vehículo a su cargo. Involucrar a los supervisores de estas posiciones en el seguimiento y la evaluación de los resultados en seguridad vial es clave.
Si te das cuenta la apuesta en la gestión de flotas es por acciones de sostenibilidad que generen buenas prácticas en tu empresa y aunque parezcan en principio el camino largo, son el camino más seguro hacia una gestión exitosa en la que los negocios pueden forjar pilares de crecimiento y un futuro próspero.
El cambio cultural de una organización no es un lugar a donde se llega, es una forma diferente de hacer las cosas que se construye diariamente.